martes, 18 de octubre de 2016

el hoy que nos encuentra





Todos sufrimos, directa o indirectamente la violencia. Pareciera inevitable en los tiempos que nos encuentran. Porque estamos aprendiendo y esto de vivir puede experimentarse complejo. Amar se presenta como una búsqueda sin certezas más que alguna sensación profunda e íntima de paz. No habría reconocimiento, ni dinero, ni prestigio detrás. O lo habría todo.


Deseo aprender a perdonar, a pedir ayuda, a abrazar y a construir, junto con todos quienes comparten este momento conmigo, un mundo más pacífico, amoroso y creativo. 

Que cuando lastimadx no necesite lastimar para existir. Que cuando lastime aprenda del dolor de herir a otro y me proponga transformar creativamente mis impulsos.

Que los roles sean móviles, que escucharnos sea parte de nuestro cotidiano, que resignificar, cuestionar, aprender y recrear nuestras ideas de las cosas, de nosotros y del mundo en el que vivimos sea el sentido de nuestra corporalidad.

Que se transforme la mirada cada día, que ser hombre o mujer ya no sea una polaridad que nos defina. Que el amor sea el más fuerte.

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