domingo, 24 de noviembre de 2013

Weird days

El viernes tocó Mentettes en Niceto y como un integrante del Opus Dei un domingo, no dudé en ir a la celebración. Soy su fan. Siempre que tocan es una fiesta.

Pero entre haber estado de viaje y el trabajo que le están metiendo a su nuevo disco, pasó como un año y medio sin verlos en vivo.

Y todo fue distinto. Ultimamente intento aceptar esto de que ya no puedo esperar que ninguna ley de la supuesta normalidad se repita, como el viernes estos muchachos me dieron un recital que nunca hicieron. Un poco más individuos y por momentos menos banda, un poco más oscuros e intensos, un poco más plutonianos -guiño astrológico, era la despedida del mes de escorpio también- con un poco más de MGMT, Portishead o Thom Yorke -recuerdos que me vinieron durante el recital- un poco menos guitarras, un poco más sintetizadores. Mi preferencia son las guitarras, pero banco mucho que se animen a explorar nuevas cosas y que le pongan esa potencia al escenario. Que estén movilizados -hasta quizás tanto como yo y cualquier humano viviendo el 2013- y que lo hagan música. Caos, de eso se trata, como dice su nueva canción, marea de sonidos psicodélicos.

Y la batería de Tomás Molina Lera -también Suena Olivia- tomó más vuelo, y eso está muy bien. En uno de los momentos más altos del recital, mientras sonaba Dust in Space de Songs for an Imaginary Film, se cortó la electricidad, el tema paró, pero como si pudiéramos ser parte de un ensayo improvisado, la batería y el teclado de Pablo Font empezaron a hablar, entusiasmaron al resto, a la guitarra del nuevo integrante uruguayo, Leandro Boné, los cantos de Eugenia Brusa, y el nuevo chiche de Adrián Rivoira: los sintetizadores y sus ecos.

Los cambios de ritmos y climas en los temas nuevos sacan de lugar, y eso está muy bueno para mí. Y para un momento bizarro de la vida, un show bizarro. Quizás el público cambió y los gritos de los pequeños fans distraen un poco. pero los integrantes históricos de la banda entran en los 30, y yo también. Y les banco tanto este momento como me banco mi ciclotimia.

La misma ciclotimia me lleva a la nostalgia, y tengo que decir que cuando Fede y Juan Pablo Bolo, los antiguos guitarra y bajo, subieron al escenario lo llenaron de alegría. Calculo que no habrá sido fácil rearmar el sonido. Difícil también después de un disco tan genial como Songs for an imaginary film. Aunque no lo sé. Igual tamaño de sonrisa se me dibujó cuando en el anteúltimo tema, donde los Hermanos Mackenzi, Cosmo, Suena Olivia y todos estos amigos que estuvieron rotando instrumentos invitados durante la noche subieron al escenario a divertirse con ellos. Esta cosa comunitaria de estas bandas me copa.

Yo los quiero, y cuando uno quiere a alguien, se alegra cuando cambia. Y el permitirse un poco más de oscuridad, también tiene que ver con una metamorfosis.

lesmentettes.bandcamp.com


2 comentarios:

  1. Muy buena banda Les Mentettes, hace rato que no les sigo el rastro pero solían tocar con las banditas psicodélicas de zona sur que me gustan a mí y nos cruzamos varias veces. Me alegra saber que la siguen rockeando.

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  2. Me encanto este post groupie. El mundo necesita mas fans de aguante como vos

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