jueves, 14 de marzo de 2013

¿El Papa tomará mate?

Desde que volví de Asia arranco todos los días con una pava y un mate amargo al lado de la compu, mientras reorganizo el trabajo, mientras vuelvo a la actividad.
Y me pregunto, ¿Bergoglio tomará mate? ¿En Roma se enterarán de las plantaciones de yerba de la mesopotamia, de la selva paraguaya, del sur brasileño y su mate verde, de los pueblos de la patagonia chilena y el termo debajo del brazo uruguayo? ¿Llevará mate de coca y contará de las ceremonias a la Pacha Mama de Evo Morales? ¿Colgará un mapa americano y mostrará el altiplano que compartimos con Chile, Perú, Bolivia y esas líneas de colores que suben hasta el Caribe? ¿Contará los desastres que hizo la Iglesia durante la colonización de los pueblos que todavía intentan sobrevivir?
La Iglesia es la Iglesia, con muchos más pecados de los que confiesa, mucho más sucia que los templos donde celebra su fe, pero es una institución enorme, claro está. Recién vuelta de India es como que recién acepto la importancia de la religión y no puedo dejar de alegrarme de que haya un latinoamericano en Roma, que desde el sur algunos entren en las mesas redondas que se celebran en el norte.
Y leo La Nación y leo Página 12, y no me gusta el fanatismo argentino, el ego envuelto, Maradona diciendo que lo quiere conocer. Entiendo que fue funcionario de la Iglesia durante la etapa más oscura de nuestra historia, que probablemente sepa más de lo que dice saber, que hasta pudo haber tenido que ver con los casos de Orlando Yorio y Francisco Jalics. Pero tengo la sensación de que Bergoglio esté ahi, como si estuviese cualquier obispo latino, va a abrir nuevos diálogos y nosotros se lo tenemos que pedir, aunque no seamos católicos. Y ojalá que él tenga tolerancia, que se anime a hablar de cosas que hacen falta hablar; tal vez esté bueno que se encuentren con Cristina en Roma, y los tonos se suavicen.
Tal vez soy una idealista -bueno, un poco más que tal vez-, no creo que Francisco I sea un santo o que ser Papa lo convierta en uno, como no creo que Cristina sea Satanás, como no creo que Argentina esté tan mal como muchos creen, como tampoco me parece que Argentina esté tan bien como otros dicen, como quiero creer que la Iglesia puede hacer cosas positivas, que puede cambiar, creo que también hay gente por debajo que trabaja con amor, lo creo porque, aunque ya no practique ninguna religión, en tiempos mozos me metí en círculos católicos de mucha fe y mucho trabajo. Creo que si nos ponemos positivos, si confiamos en lugar de revolver la mierda, si le damos un poco de confianza a este hombre que es solo un hombre con poder y los que lo rodeen durante su reinado, quizás puedan pasar cosas interesantes. A la gente que tiene que poder hay que pedirle que haga las cosas que queremos si quieren seguir en el poder, y el poder vuelve a nosotros.

El mundo está cambiando, por lo menos eso no se puede negar. 

3 comentarios:

  1. como siempre ....clapclapclap!!!!!! genial! te admiro la madurez y la mesura.. Dios quiera que este Papa pueda lograr lo que todos anhelamos: paz y unión!
    un beso enorme; Gaby

    ResponderEliminar
  2. Increible, acabo de leer tu percepción, más sana que la mía y celebro esa ilusión. Por lo pronto, matear en los laburos, suele estar prohibido. Hacerlo a pesar de todo, es un buen principio. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Que siga el intercambio, Adri! no hay más sano, más resentido, es, como dijiste, intercambiar perspectivas. Abrazo fuerte!

    ResponderEliminar