viernes, 1 de septiembre de 2017

¿Dónde está Santiago Maldonado?

La desaparición de Santiago Maldonado nos pone sobre el escenario la emocionalidad individual, o a mí al menos. Me cuestiono sobre qué lugar heredamos en la sociedad, qué pensamientos e ideologías nos transmitieron desde el vientre y si es que no cambiamos políticamente por extremo apego a nuestra identidad o por un rechazo exagerado a lo que nos enseñaron.
¿Creés que un humano tiene más derecho que otro? ¿te parece más justo el derecho político del uso de las fuerzas siempre al límite del abuso, o el reclamo de familias americanas que defienden desde hace 200 años la posibilidad de existir?
¿Te parece legítimo el reclamo de un pueblo excluído, asesinado desde el nacimiento de este país como estado moderno? ¿Recordás haber leído que los españoles y luego los fundadores administrativos de esta patria destruyeron culturas, esclavizaron a aborígenes y los despojaron se su territorio histórico?

¿Qué sentís frente a esto? Pareciera que sigue siendo esa estúpida creencia de que la civilización es el progreso, de que el respeto de las leyes es lo principal, cuando esas leyes son escritas por una clase política para proteger sus propiedades. A personas, a otros humanos, a otras familias, los despojaron de todo y algunos convencidos -como Santiago Maldonado- aún reclaman por esos pueblos discriminados, maltratados y denigrados. Y no me lleguen a decir que se mataban entre ellos o que los incas eran un imperio, porque es cierto. Pero también forman parte de este país. Los seres humanos venimos matándonos por milenios, en cualquier territorio y origen cultural.

Ya es tiempo de compartir el territorio, de coexistir.

La burbuja de la supuesta paz que vende Occidente es una mentira aberrante, una suerte de autoengaño, respaldada en la explotación y violencia fuera de sus naciones y en los sistemas carcelarios. La diversidad no es sólo la de género. La convivencia de culturas, colores de piel y de tejidos, de platos, de medicina, de idiomas, de pensamientos y simbologías que habita esta tierra debe ser valorada, respetada. El progreso del capitalismo sin escrúpulos nos dejó pobres y estresados. Hay que replantearse la historia, volver a leer sobre las primeras organizaciones de esta tierra como la Nación Argentina.

Y cito a uno de los patriotas que según Mauricio Macri estaba angustiado cuando se ofreció de cuerpo y alma para liberar al país del yugo español.
"Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que enviaran tres sirvientes por cada hijo solo para no tener que pagar las multas, dicen que a ellos no les importa seguir siendo una colonia.
Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos, un día se sabrá que esta patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie".

José de San Martín

#DóndeestáSantiagoMaldonado

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